Antonio Valle, desde el congreso que el IT Service Management Forum está celebrando en Barcelona, lanzaba una serie de tweets de aquellos que encienden debates en los profesionales de las TIC… e inspiran posts como este 🙂
CapEx como algo bueno vs OpEx como algo malo … innovación y gasto (OpEx), lo nuevo no tiene porqué considerarse como inversión (CapEx) siempre, … son reflexiones interesantes y que dan mucho de sí, no lo dudo… pero mi posición es que los profesionales de las TIC no debemos dejarnos arrastrar a estos terrenos «financieros».
No debemos gastar ni una neurona en entrar en debates de si las TIC son una inversión o un gasto, o si se puede innovar con gasto, … en mi opinión es un debate terminológico y en un terreno de juego donde los profesionales de las TIC no tenemos mucho que ganar y sí mucho que perder (y a la historia me remito), y que proviene más de una necesidad metodológica contable (o de otra índole más prosaica) que de una necesidad propia del terreno TIC.
Pues frecuentemente, el que un coste en TIC te lo quieran poner los financieros en CapEx (inversión) o en OpEx (gasto) responde más a una estrategia fiscal, o de reporting interno, … en definitiva de dar los números de una determinada manera, que de un criterio contable estrictamente. Por ejemplo, en un caso real que conozco de primera mano, los costes de una implantación de un ERP se imputaron una parte en CapEx y otra en OpEx, simplemente para llegar a cumplir un determinado ratio financiero que imponía la empresa matriz.
Lo que propongo pues, es que, en la ecuación beneficio=Ingreso-Coste, no nos tenemos que dejar situar en el término Coste (que es al fin y al cabo lo que supone la discusión CapEx vs OpEx) y buscar llevar el debate al término Ingreso… o beneficio, valor,… como se le quiera denominar. Y soy consciente de que ese movimiento no es trivial. Y no lo es porque tenemos entonces que entrar a demostrar con números, a cuantificar, los beneficios que aportan las TIC’s.
Cuantificar, no sólo en términos de reducción de costes de operaciones (donde entonces volvemos a irnos al otro lado de la ecuación) sino de mejora de eficacia (no de eficiencia que entonces caemos otra vez), de posibilitar oportunidades de mejora del servicio o experiencia de nuestros clientes, de incrementar el alcance de nuestros comerciales por darles mejor información y más rápidamente, de poder facturar más por servicios de más valor, por ser más competitivos al ser más rápidos y ágiles que la competencia en servir nuestros productos, … Pero, ¿cómo se cuantifica eso en euros?